Por Efrén Osorio
El 17 de Diciembre de 2010, Mohammed Bouazizi, joven tunecino se quemaba a lo bonzo en protesta por la situación económica y el maltrato policial. Su inmolación desató una revuelta popular que provocó, meses después, la huida del dictador Zine El Abidine Ben Ali (http://xurl.es/0ugzc).
Por esos mismos días, y a miles de kilómetros de distancia, la austral ciudad de Punta Arenas sorprendía a un bucólico Chile con un movimiento que puso en jaque al recién estrenado gobierno del derechista Piñera http://xurl.es/yj8jw.
El anuncio del alza de las tarifas de gas a los magallánicos hizo que la ciudad de Punta Arenas y toda la región de Magallanes se alzara al poder central, generando por casi 15 días un gobierno autónomo, presidido por una Asamblea Ciudadana sin ninguna legalidad, que barrió con la autoridad del Intendente y a la cual se plegaron distintas autoridades.
Quizás la mayor potencia de este movimiento es que fue un movimiento absolutamente No Violento y la Asamblea Ciudadana fue lo suficientemente inteligente para no caer en las provocaciones del Gobierno ni de los infaltables seudos revolucionarios que creen que destrozando las vitrinas de pequeños comerciantes se está atacando al poder Financiero Mundial.
Las protestas en Magallanes fueron extraordinariamente masivas, a las convocatorias acudían familias con hijos, los partidos políticos no se atrevían a mostrar sus banderas y la única bandera exhibida era la bandera de Magallanes.
Finalmente el 18 de Enero, el Gobierno de Piñera se ve obligado a asumir las peticiones de la Asamblea provocàndose el primer cambio de gabinete.
En un análisis posterior al movimiento señalé “al parecer las luchas del Siglo XXI, deberán ser No Violentas si se desea ganar para sí la legitimidad social” (http://xurl.es/bvqmf).
El 25 de Enero y siguiendo el ejemplo de Túnez, miles de jóvenes egipcios se autoconvocaron utilizando las redes sociales a la plaza de Tahrir, protestando en contra del régimen de Mubarak. La plaza de Tahrir se transformó en el símbolo de la resistencia civil y no violenta de los jóvenes egipcios, que no cayeron en las provocaciones del régimen y se mantuvieron hasta la caída del dictador Mubarak (http://xurl.es/orpu0).
La onda democrática se expandiría a Argelia, Jordania, Libia, Omán, Yemen, Siria, Marruecos, Irak, Baréin, Irán y Kuwait, con distintos resultados.
En los primeros días de Marzo, en España un grupo de jóvenes comenzaban a contactarse a través de la redes sociales, cansados por el bipartidismo del PSOE y el PP, leyendo el Libro Indignaos de Hessel (http://xurl.es/49d10), hastiados de la Banca, luego de perder la pelea en contra de la Ley Sinde (http://xurl.es/fq0j0), inspirados en las revueltas árabes e Islandia, convocan a una jornada para el 15 de Mayo pidiendo Democracia Real Ya, bajo el lema “No somos mercancía de políticos y banqueros”(http://xurl.es/bwfbn).
El pasado 15 de Mayo la jornada de protesta del Movimiento Democracia Real Ya, fue todo un éxito, congregó a miles de personas en la Puerta del Sol en Madrid y en 50 ciudades españolas (http://xurl.es/42fzv).
Como consecuencia de esta jornada, algunos cientos de asistentes, decidieron continuar en la Puerta del Sol, generándose la Acampada del Sol que, pese a la prohibición de las autoridades y a la lluvia, fue congregando a miles y miles de personas que hasta el día de hoy aún pernoctan en el lugar, replicándose las acampadas en numerosas ciudades españolas e incluso en distintos países frente a las embajadas hispanas.
Este movimiento, se dio una organización en Asambleas, se definieron no violentos, apartidistas pero no apolíticos, han aislado a los provocadores de siempre e incluso han establecido un régimen de cero alcohol entre los asistentes para evitar el desprestigio de los medios tradicionales. La irrupción del 15M y la Acampada del Sol, indudablemente generan un punto de inflexión en la política española (http://xurl.es/21lf9).
En simultaneidad a todo esto, en Chile se producen las más grandes movilizaciones de los últimos años, más de 50.000 personas marchan en Santiago en contra de la autorización de una Central Hidroeléctrica ubicada a más de 1000 kms de distancia de la capital chilena. La movilización, es eminentemente pacífica, familias con hijos se toman la Alameda y las plazas de distintas ciudades de Chile (http://xurl.es/hvznj). En las marchas no se observan ninguna bandera de los partidos de la concertación, sólo de los partidos alternativos como el MAS, PH, Nueva Izquierda y de las juventudes comunistas.
Es cierto que aún es muy pronto para analizar la profundidad y el alcance final de todos estos movimientos, todos muy distintos entre sí, pero que indudablemente tienen en común su concomitancia, el uso de las redes sociales y, quizás lo más importante, el uso de la no violencia activa como metodología de acción.
Cuando el año 1984 fundamos el Partido Humanista y adoptamos como metodología de acción revolucionaria la No Violencia Activa, oponiéndonos a la violencia como metodología de acciòn, provocamos el rechazo y la degradación de la izquierda clásica. Nuestra reivindicación de las enseñanzas de Tolstoi, Gandhi, Luther King y Silo provocó que fuéramos fuertemente vapuleados por quiénes señalaban a la violencia como la partera de la historia.
No obstante lo anterior, para mucha gente de buena fe nunca ha estado en duda lo ético de la No Violencia activa sino su eficacia para lograr y obtener resultados.
Los últimos acontecimientos ya relatados vienen a demostrar lo que a los humanistas tanto nos ha costado demostrar y curiosamente, lo están demostrando ciudadanos comunes y corrientes, ya sea en Egipto, Islandia, España o en Chile. A la violencia del sistema sólo es eficaz la acción activamente no violenta de las poblaciones.
No sabemos aún en qué derivarán todos estos acontecimientos, el sistema, los gobiernos, los partidos políticos y los medios de comunicación tradicionales son expertos en la manipulación y el control. Intentarán infiltrarse en estos movimientos para destruirlos, intentarán el desprestigio a través de la calumnia. Pero lo importante es que, luego de varias décadas de apatía, los jóvenes comienzan a expresarse y lo hacen con una nueva sensibilidad, eminentemente planetaria y no violenta.
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