sábado, 2 de mayo de 2009

40 AÑOS DEL MOVIMIENTO HUMANISTA


Hace 40 años, el 4 de mayo de 1969 en un desolado paraje de la Cordillera de los Andes, Silo, seudónimo literario de Mario Rodríguez Cobos, reunía a medio millar de personas para invitarlos a reflexionar sobre el sufrimiento y la violencia personal y social. Esta charla fue conocida años después como “La Curación del Sufrimiento” y significó un hito histórico, ya que se reconoce a partir de esta fecha el comienzo de las actividades del Movimiento Humanista en el mundo.
A partir de ese momento se organizaron tres sectores de investigación: el de la existencia personal y cotidiana; el de la actividad social; el de la metodología de investigación.

Desde aquella época el Movimiento Humanista se ha expandido por los 5 continentes, conformando un amplio conjunto de personas de distintos pueblos y culturas que se organizan, crecen y se fortalecen para impulsar y orientar los grandes cambios que estamos viviendo, hacia una sociedad verdaderamente humana.

Cinco ideas básicas del movimiento humanista
1. La eliminación del dolor y el sufrimiento
Se trabaja para eliminar los factores que generan dolor y sufrimiento en la sociedad y en las personas. Esta propuesta se sintetiza en la frase: Humanizar la Tierra
2. El ser humano como valor central
Se puede sintetizar en esta consigna: Nada por encima del ser humano y ningún ser humano por encima de otro.
3. La no-violencia activa
Se rechaza toda forma de violencia y discriminación y se propone, como metodología de acción para el cambio social, la no-violencia activa.
4. El trabajo personal en función del cambio
Se cuenta con herramientas de trabajo personal, las cuales permiten a las personas tomar contacto con algo muy grande y fuerte, para soportar los embates a los que somos sometidos diariamente y dar batalla para cambiar este mundo . Estas herramientas son imprescindibles hoy más que nunca.
5. La acción válida
Es muy importante ir ganando en coherencia en nuestra vida y en la relación con los demás. En la práctica esto implica tratar de ser coherentes entre lo que pensamos, sentimos y hacemos; ser coherentes entre lo que decimos y hacemos; ser solidarios en la relación con los demás. Los principios de acción válida (del libro Humanizar la Tierra de Silo) son referencias claras, que ayudan a darle esa coherencia a nuestra conducta en la vida cotidiana.
El más importante de ellos, la Regla de Oro, dice: Trata a los demás como quieres ser tratado.


En síntesis:
Todo ser humano se encuentra en situación y ésta se da en el mundo de lo natural al par que en el mundo social; de las condiciones de opresión que algunos han establecido al apropiarse del todo social, se desprende una ética de la libertad; un compromiso querido de lucha no solo contra las condiciones que me provocan dolor y sufrimiento, sino que lo provocan a otros. Porque la opresión a cualquier ser humano, es también mi opresión.
Su sufrimiento es el mío y mi lucha es contra el dolor y aquello que lo provoca.
40 años después los humanistas estamos de pié y tenemos motivos para celebrar.

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